Nino Fezza nos abre la puerta de la guerra de Siria, cada día.
El amigo Elio me repica a diario, como un goteo continuo, como él hace siempre desde su constancia reivindicativa, las noticias visuales de Sebastiano Fezza, ya sea en formato vídeo o especialmente fotográfico. Ninno está en Siria, un día aparece en Alepo, otro en la evacuación de Homs. Les adelanto que no se esperen premios Pulitzer, ni virguerías artísticas del fotoperiodismo oficilista de salón y canapé. Fezza nos echa a la cara el conflicto de Siria, nos pone la mirada donde no podemos tenerla, es nuestra retina en la guerra, solo por ello ya le agradezco a Tim Berners Lee y a Vincent Cerf el invento de Internet. El trabajo de Fezza es acogotante por su constancia y su vivacidad. Trabajó en la RAI, ha pateado por los principales conflictos mundiales, pero parece haberse detenido en esa guerra chusca y horrible como todas.
El padre de Al-Assad mató a 200.000 opositores y gobernó décadas, su hijo está dispuesto a hacer lo mismo. La cámara de Fezza es contundente, demasiado, pero tiene un matiz importante: la gente, solo le interesa la gente y en especial los niños cuyas imágenes nos devuelven a pensar, tras la crudeza de la destrucción, que su resiliencia solo se explica por su edad y por ese fuego vital que hierve en una infancia desnutrida, traumática y horrorizada por los barriles que caen del cielo. El contraste con el rictus adulto es dramático. Fezza afirma en su blog que la historia no existe si no es contada y él ha escogido las imágenes.
Les contaré lo que me sucede con ellas: Cuando pincho el link paso muchas por alto, sé, como ustedes, de ese tremendo horror y se supone que la lógica nos hace no volver a tan duras imágenes. Pero no lo puedo evitar, trasciende el morbo, es un sentimiento de vinculación afectiva, es como si esos niños y esas gentes fueran diferentes de cualquier otra guerra y se me antoja pinchar el link para saber de ellos como si fueran vecinos, como si fueran amigos, aunque sepamos que su dolor no lo podemos mitigar llego a creer que algo de afecto les llega a traves de nuestra mirada. les puede parecer absurdo, en el fondo lo es, pero otros creen en otras cosas y lugares muy respetables pero menos tangibles. Les recomiendo manden y difundan ese link. Tal vez adquieran una nueva visión de la purria que nos gobierna en España y en Europa.
Una de las primeras imágenes que nos sorprendió de Fezza: Un pianista en pleno Alepo destruido, después de la tormenta de muerte, haciendo sonar su piano transportado en un carro, acompañado de un violinista tratando con la música de despertar la vida nuevamente.