Pareciendo un oximorón o simplemente una contradicción al uso les confieso que llevo años pateando lonjas y demás santuarios, una especie de guía Michelín de los mejores tanatorios atlánticos y mediterráneos. Nada me complace tanto, ni me impresiona menos que la vista de esos seres rígidos y coloristas que conservan viváceos sus ojos para sorprender …
